Benjamin Gibbard
La nostalgia es la negación del doloroso presente
“La nostalgia es la negación del doloroso presente”, así rezaba una frase de una película de Woody Allen y equivocadamente podríamos de esta manera entender el estado anímico de Benjamin Gibbard. El otrora líder de The Postal Service acaba de editar su primer disco en solitario al que ha bautizado como “Former Lives” (City Slang, 2012), una recopilación de temas compuestos durante los últimos ocho años en los que no se marca como objetivo la búsqueda de un nuevo principio, sino más bien cerrar la puerta de su pasado.
“La nostalgia es la negación del doloroso presente”, así rezaba una frase de una película de Woody Allen y equivocadamente podríamos de esta manera entender el estado anímico de Benjamin Gibbard. El otrora líder de The Postal Service acaba de editar su primer disco en solitario al que ha bautizado como “Former Lives” (City Slang, 2012), una recopilación de temas compuestos durante los últimos ocho años en los que no se marca como objetivo la búsqueda de un nuevo principio, sino más bien cerrar la puerta de su pasado.
Es la nostalgia y no otro sentimiento, el que en ocasiones invade al oyente al sumergirse en las letras y la voz del artista estadounidense. A menudo, estas han servido para allanar la empedrada senda que supone el paso de los años, la caída en el amor y la exploración de la esencia de la emoción humana. No sería extraño que aquellos que vivieron el cambio de siglo siendo unos adolescentes guarden en su colección alguna canción de Gibbard que les retrotraiga a los años dorados de la juventud.
Y es que a pesar de las numerosas colaboraciones en las que ha estado inmerso Benjamin Gibbard, durante todo estos años, jamás había dado el paso de grabar un álbum en solitario, hasta el presente “Former Lives” “Sentía que era el momento, tenía suficiente material para grabar un disco. Entendía que eran composiciones con un nivel muy alto. No merecían estar guardadas y no ser compartidas. Necesitaba anunciar a la gente lo que estaba haciendo”. Gibbard ha abierto el cajón donde escondía aquellos estilos que no encajaban con las inquietudes de su grupo, aquellas canciones que aunque fueron pensadas para la banda se quedaron en el camino. De esta forma se observa un estilo apartado del lígero aire etéreo y épico que destila Death Cab For Cutie. “No hay sitio en un disco de Death Cab para una canción que recuerde a Big Star o Teenage Fanclub, no seguimos ese camino”.
“Former Lives” se presenta como un trabajo intimista, muy personal y que ha sido llevado con sigilo por su autor, ni siquiera las personas más cercanas conocían que estuviera trabajando en ello. “Creo que habrá gente que se sorprendería si supiera cuando fueron escritas y hacia quien están dirigidas originalmente la canciones que han sido incluidas en este disco, los temas que componen este trabajo son temas muy íntimos que me han ayudado a sobreponerme a momentos amargos de mi vida, son temas que me han ayudado a poder expresar aquellas cosas que no pude decir en su momento a la persona que debía”. Gibbard ha convertido este proyecto en una antología que abarca casi diez años, en los cuales ha pasado por tres relaciones distintas, la última con la celebre actriz Zooey Deschannel de la cual se ha divorciado recientemente. “Las canciones en la mayoría de los casos no tratan los temas en los que piensa el oyente. Nunca he dado una hoja de ruta para que se conozca exactamente de lo que estoy hablando, no creo que eso sea beneficioso. Ha de ser uno mismo quien en mayor o en menor medida contextualice el mensaje que se intenta transmitir dentro de su propia experiencia”.
Habiendo trabajado siempre dentro de bandas en las que es necesario debatir y justificar el porqué de las acciones, se entiende como una liberación la posibilidad de hacer exactamente lo que uno desea, de trabajar individualmente sin dar explicaciones a nadie. “Cuando estás haciendo un disco siempre tienes la mirada puesta en el panorama general del álbum y en como las canciones se complementan y cohesionan de un modo u otro. En “Former Lives” ha sido completamente diferente, he trabajado cada canción como un ente individual. Las letras del disco no tratan de un tema en particular, ni se pueden ubicar en un determinado momento en el tiempo”. De este modo se entiende la variedad y diversidad que humea el álbum. Desde el country-folk de temas como “Lily”, “A Hard One To Know” o “Broken Young Inthe Western Sky”, hasta el pop de “Teardrop Windows” y “Lady Adelaide” pasando por la mariachi “Something Rattling (Cowpoke)”, así nos lo confirma Gibbard…“Son canciones muy diferentes entre si, no fueron pensadas para integrar un disco en concreto. Aún así no creo en la idea de que exista un forma correcta o incorrecta para la construcción de un disco. Reconozco que al oyente le pueda resultar extraño que después de escuchar una canción interpretada por una banda de mariachis, le siga otra en acústico. La verdad es que estoy muy orgulloso del resultado, y me gusta pensar que eso es suficiente para justificar este trabajo”.
La falta de recursos en un determinado momento, la necesidad o posibilidad de pérdida de fuerza a exprimir nuestra imaginación y así encontrar fórmulas que permitan sacar adelante los proyectos que deseamos. Gibbard abre el disco, de una forma original, con “Shepherd’s Bush Lullaby” , grabada con un teléfono móvil y así se plasma en el disco, sin colorantes, de la misma forma en la que fue concebida, no cuenta Ben…. “Fue el principio de todo, estaba de gira tocando en Sepherd Bush, me llegó la inspiración para una canción y el móvil era lo único que tenía en ese instante para grabar, así que saqué partido de las nuevas tecnologías. Además considero que es algo divertido y es una fórmula que no se encuentra muy en consonancia con los registros en los que he venido trabajando”.
Más allá de la línea introspectiva y autobiográfica del álbum podemos encontrar referencias a los gustos y debilidades del artista, así se desprende del corte más próximo al sonido de Death Cab for Cutie, “Bigger Than Love”, cuya letra de propiedades anacrónicas, perfectamente adaptable a cualquier pareja contemporánea y moderna, está basada en las cartas de amor entre F. Scott y Zelda Fitzgerald. “Es importante entender las fuente de la que bebe la letra de esta canción para la compresión de la misma. ¿Quién podría imaginar que la temática que se trata procede de la obra de F. Scott Fitzgerald? He sido un gran aficionado a las cartas que se escribieron el uno al otro durante mucho tiempo. Hay historias muy hermosas dentro ellos, siempre había deseado poder plasmar parte de estas misivas, que en definitiva son pedazos de sus sentimientos, en una canción”. Este es el punto álgido del largo, no sólo por la referencia a personajes históricos y la reflexión a la que invita el mensaje de sus letras sino también por la colaboración de la cantautora Aimee Mann. “Nos une una gran relación, pensé que ella sería la persona ideal para participar dentro de este trabajo. Me siento muy orgulloso de su aportación, una vez comenzó a cantar supe que no había ninguna otra voz que pudiera encajar mejor que la suya”.
“Former Lives” una bocanada de aire fresco para la inquieta mente de Gibbard y al que no se le puede buscar mas intenciones que las de revitalizar el alma y coger fuerzas y es que el hecho de que Gibbard haya lanzado un disco en solitario no significa un punto y aparte para Death Cab for Curtie, sino más bien un paréntesis. Un descanso más que merecido de la nutrida gira que Ben y los suyos han llevado durante el último año girando por todo el planeta presentado “Codes and Keys”. “Es probable que no vuelva a editar otro disco en solitario en diez años. Estamos en nuestro mejor momento, la banda goza de un gran estado de salud. Han sido ocho años en los que he vivido en dos lugares distintos y he pasado por tres relaciones, es un momento en el que echado la vista atrás pero nunca dejo de mirar hacia delante ”. Vamos poniendo punto y final a la entrevista pero no sin antes refrescarle la memoria de un pasado mas electrónico, mostrándole el anhelo que el respetable tiene por una vuelta de The Postal Service, aunque no entre en sus planes retomar el proyecto que abandonó hace más de una década. “La idea de que The Postal Service lanzara otro disco sería más seductora para el público que el propio álbum en sí. Nos creamos fantasías que la realidad no es capaz de satisfacer y así colmar las expectativas”.