Lianne La Havas
Cuando Lianne te mira por primera vez con sus grandes ojos negros, percibes que más allá de su belleza hay una mente compleja y extremadamente sensible. Esta londinense, de padre griego y madre jamaicana, compone y fusiona R&B, soul y folk, aderezándolos con una de esas gloriosas voces negras que hacen de este mundo un lugar mejor. Con once años escribió su primera canción, y ahora, con veintitrés, nos regala su primer álbum en solitario, el honrado y regio “Is Your Love Big Enough?” (Warner Music 2012.)
Lianne desprende una combinación de exuberancia e ingenuidad, de modestia y convicción. Sus letras autobiográficas, traslucen unas experiencias amorosas que no siempre han sido convenientes, pero que la han convertido en una mujer honesta y con los pies sobre la tierra. Las comparaciones son odiosas, pero ella es consciente de que ser una chica negra, con facciones perfectas y mucho potencial en el mundo del soul ya ha disparado toda clase de símiles: “Si Beyoncé y Amy Winehouse tuvieran una hija... ¡Creo que esa sería yo! Estoy enamorada de ambas. Beyoncé hace un trabajo duro, es una excelente bailarina, tiene un chorro de voz y canciones pop muy buenas. Pero es que Amy...hacía un soul fascinante. Su voz transmitía tantos matices...era tan bonita que hacía daño. Y eso es muy importante, usar tu voz para expresar. Nadie lo hacía mejor que ella.” Pero de los excesos de la maltrecha Amy, Lianne solo comparte el gusto por el eyeliner y una voz que cala hasta los huesos. Y ahora, encabezar las listas de éxitos de Reino Unido. No es de extrañar teniendo en cuenta que sus padres eran músicos y bebió de la fuente de la música negra desde niña: “Adoraba todas las cantantes femeninas, como Lauryn Hill, ella fue mi primer ídolo. También Erykah Badu, Jill Scott... luego Nina Simone y Peggy Lee. Pero siempre he tenido un gusto muy ecléctico: me gustan mucho, por ejemplo, los Red Hot Chili Peppers, Radiohead, Michael Jackson, Stevie Wonder...¡Y Prince! Me encantaría hacer un dúo con él y que me enseñe todo lo que sabe. Ya se lo he dicho, ojalá algún día ambos encontremos el momento para hacer algo juntos. ¡Le adoro! El primer día que nos conocimos hablamos durante horas, fue como hablar con un amigo de toda la vida”, recuerda.
Niña mimada por crítica y público, para Lianne ser disco del año 2012 en iTunes no ha sido el único reconocimiento a su primer álbum, también ha estado nominado al Mercury Prize y a los Sound 2012 (los artistas revelación de la BBC). Junto a su compañero Matt Hales (de Aqualung), ella, con una sensatez y un juicio que a muchos les vendrían de perlas, aún digiere la fama con cuentagotas: “Afortunadamente, es fácil mantener los pies sobre la tierra, yo particularmente no me considero famosa. Depende de donde esté, si hago un concierto solo mío por ejemplo, sí, todo el mundo sabe quién soy. Pero hay otras veces donde veo entre el público mucha gente que me descubre por primera vez, y estoy encantada. Así que sí, tener la cabeza sobre los hombros, y bien amueblada, para mí es muy fácil. Cuando tengo mucho trabajo, me siento un poco estresada pero, al mismo tiempo, estoy muy, muy agradecida a todo lo que me está pasando. Es maravilloso.”
La industria musical es dura y complicada, a esto se le añade que muchas
artistas negras de Reino Unido se han sentido dejadas de lado por la industria musical. Quizás por el afán de los sellos discográficos de encasillar a los cantantes, y explotar su lado, a priori, más comercial. "Eso me llama mucho la atención. Si eres una cantante negra, hay un pensar generalizado de que tienes que hacer música urbana, R&B, soul y nada más. Pero las cosas no funcionan así..,.lo importante es que hagas bien lo que hagas. ¿Por qué no puedes tocar la guitarra y ser negro? No lo entiendo. Esto es algo que me frustra, yo no quiero encasillarme, tener que meterme en una caja sí o sí, hacer un único estilo de música, no poder experimentar y cambiar de genero. Claro que cada uno tiene que tener su propia identidad, pero no tienes por qué ponerle un nombre, una etiqueta". Identidad y personalidad, sin duda son dos características de Lianne de las que no anda escasa, y en la suya, aún se pueden ver atisbos de aquella joven estudiante de arte que solía ser: "Decidí dejarlo porque, aunque me alucinaba, no estaba en la universidad que quería estar. Además, cuando acabé el instituto, me vi envuelta en varios proyectos musicales. Estuve en algunas bandas, era mi oportunidad y me di cuenta de que eso era lo que me hacía sentir pasión. Por eso, mis estudios pasaron a un segundo plano, y empecé a ser corista”.
Después de corista de Paloma Faith, a alguien hechizó esta jovencita de voz aterciopelada, y así pudo contarnos a todos cómo su novio, bastante mayor que ella (“Qué importa si es mayor/ Si cumple lo que prometí”, confiesa en “Age”), le quebró el corazón: “Después de los conciertos siempre se me acercan fans femeninas, dándome las gracias por contar mis historias. Es importante para mí ser honesta y real en lo que canto, pero tampoco soy idiota. No pretendo poner a parir a nadie ni airear las miserias que cualquier vida, incluida la mía, tiene”, asegura.
“Is Your Love Big Enough?” no sólo fluye entre diferentes estilos, también peregrina entre distintos estados de ánimo: desde la profundidad dichosa de “Everything Everything” hasta el alarido desesperado de “Lost & Found”. Un trabajo austero, prendido del corazón de una niña que, tras la separación de sus padres, ha vivido con sus abuelos en lo que suena a una alegre y humilde infancia en el sur de Londres. El proceso de creación del álbum tampoco fue precisamente suntuoso: “Trabajé con mi mejor amigo (Matt), así que todo fue cercano y cálido. Hace como cuatro años que hablábamos de hacer algo juntos, y él es parte de mi familia. La etapa creativa fue preciosa..., estar con tu gente es el escenario perfecto para inventar cosas, sin presiones”, y añade, en un español que, si bien no domina, pronuncia mejor que algunos compatriotas, “todo fue muy fácil”.
Pero no sólo de fraternidad vive la buena música, se necesitan muchas cosas más que Lianne rebosa. Una de ellas es ser muy autocrítica, saber cuáles son sus puntos débiles y, así, no esconderse tras excusas generadas por uno mismo. “Soy mi mayor jueza. Si no me convence algo del todo, entiendo que a los demás tampoco. Por eso trato de mejorarme constantemente, y seguir mi línea. No voy a hacer videoclips en discotecas ni a abordar temas superficiales, por mucho que eso venda. Mi forma de ser es sencilla, y así son mis letras. Hablo de temas reales que afectan a la gente, y si tengo un éxito modesto es gracias a eso”, nos cuenta.
Lianne La Havas, sencilla, humilde y cercana, da un primer paso con el presente “Is Your Love Big Enough?” en una carrera que está aún en los prolegómenos, pero que ya se va abriendo un hueco con una personalidad que te arroya como un torbellino: de momento, un sinfín de conciertos y un segundo álbum entre los buenos propósitos. Esperamos que repita contexto musical íntimo y despejado de arreglos innecesarios. Con su voz brillando, más que suficiente.