Al Berkowitz
Es su segundo LP de estudio y, en él, estos tres madrileños plasman sus múltiples gustos e inquietudes artísticas, demostrando que los refranes a veces, erran. Al Berkowitz abarca muchas etiquetas y las aprieta todas. Se acopla a ellas a la perfección, co
Un profesor de música, un psicólogo y un batería profesional conforman Al Berkowitz, la banda artífice del disco español más ambicioso e insólito del año. Fraccionado entre géneros tan, a priori, dispares como la psicodelia, el jazz, el rock progresivo o la bossa nova, su sonido, denso y decidido, fluye majestuosamente a lo largo de doce canciones
Nacho, Santiago y Lorenzo se encerraron un día en casa. Querían hacer un disco doble y querían hacerlo ellos mismos, echando mano de su creatividad innata. Ambos proyectos requerían tiempo y dinero por encima de sus posibilidades, pero es lo que tiene la obstinación del perfeccionista, que no conoce límite. Alguien les convenció de ir a grabar al mítico estudio de Paco Loco, donde ha aterrizado media escena del indie español pero, finalmente, venció la idea inicial. “A Long Hereafter/Nothing Beyond” fue mezclado por ellos mismos y en su propia casa. …“Queríamos retocar, rehacer todo a nuestra manera y el proceso fue largo, unos cinco o seis meses. Lo bueno de hacerlo en casa es que todo es nuestro: la idea, la producción...,el escenario era nuestro propio salón. Sobre cada cosa, íbamos grabando detalles que nos iban viniendo a la mente, como nos apetecía y a merced sólo de nuestra propia paciencia. No pensábamos en los directos posteriores porque los mejores discos, para mí, son aquellos de los Beach Boys o los Beatles que no tienen en cuenta eso. Íbamos tocando, grabando voces distintas, detalles, las cuerdas aparte, haciendo ambientes de todo tipo con las guitarras, panderetas... un poco con esa idea de hacer algo novedoso, de añadir cosas e ir modificándolas. Yo tengo bastante experiencia en la música experimental y electrónica y quise unirlo al virtuosismo de la batería de Lorenzo y al rollo más rockero de Santi”, afirma Nacho, la voz del grupo.
De esta amalgama artística nació una mezcla excelente. Y si bien no se pudo hacer un disco doble, sí se fundieron dos discos en uno, de ahí el doble título del álbum. En las entrañas de la capital de España y bajo la dirección del mismísimo bluesman Aldous Berkowitz, que les cedió su nombre, se engendraba su binaria obra magna…
“A mitad de camino decidimos enfocarlo de este modo. Las primeras seis canciones conforman la primera parte: A Long Hereafter, que tiene un regustillo más luminoso, más antiguo y nostálgico. La segunda, Nothing Beyond, es más oscura y rítmica. Los ritmos son más principales, tiene más post-punk, y las letras también tienen más que ver con eso”.
Con este coqueteo de estilos, ¿alguien se atreve a apostar una etiqueta? Nosotros no. Y ellos acentúan nuestro desconcierto huyendo de cualquier tag predefinido. Desde melodías suaves hasta arreglos luminosos y perturbadores. Desde la playa de Ipanema hasta una escena de David Lynch. Nacho lo tiene claro: lo importante no es el término.
“Suena pretencioso, pero las etiquetas que se usan ahora tiene más que ver con la lógica del mercado que con otra cosa. ¿Qué significa ser indie? Nada. Nosotros lo somos, pero en realidad se asocia a una serie de conceptos que no tienen nada que ver con lo independiente. ¿Qué música hacían los Beatles? ¿Pop? Para mí, no, sino música de estudio. Eso es lo que me gusta: música desde y para el estudio. ¿Art rock? Sí, muy bonito y petulante, mola. Lounge, jazz, rock psicodélico...ninguna hace justicia a todo el disco, no estamos en ninguna”.
Y es que en esta original apuesta, no sólo las melodías están amalgamadas. Nacho escribía letras sin parar en una libreta, a voleo, tormentas de ideas. Luego iba cogiendo de aquí y de allá, aunándolas a su gusto. Sin embargo, algunas las tuvo claras desde el principio y la escritura fue casi automática. Es el caso de “Father, I Think I Was Wrong” inspirada en un libro de Dostoievski: “Los hermanos Karamazov”. Ni más ni menos…
“Es una de las letras más cerebrales y pensadas. La historia se me quedó clavada cuando la leí, hace unos tres años. Es sobre una anciana muy mala que nunca ha hecho nada por nadie y el día que se muere la mandan al infierno pero, cuando está llegando, recuerda que, una vez cuando era joven, le había dado una cebolla a una mendiga. Decía que, según el cristianismo, tenía derecho a no ir al infierno y a redimirse. Entonces Dios le daba una oportunidad: tenía que aferrarse a la cebolla y, si conseguía llegar hasta el cielo ayudada por un ángel, podría quedarse. Al final todos los pecadores tiran de ella hacia el averno y allí se queda. Me gusta mucho esa idea de la moral, creo que todos somos un poco buenos y un poco malos. ¿Hemos hecho suficientes cosas buenas en la vida para ir al cielo o suficientes cosas malas para ganarnos el infierno?”, se pregunta el cantante.
Ojito, que la ética alcanza también al título del álbum. Expresa una contradicción, una batalla que libramos todos y ninguno al mismo tiempo: la vital.
“A Long Hereafter tiene un doble sentido: “más allá” y “largo porvenir”, mientras que Nothing Beyond significa “nada más allá”. Ambos títulos proceden de dos canciones antiguas, y simbolizan una discusión que he tenido varias veces con aquellos que dicen: yo soy ateo, no hay nada más allá, cuando me muera se acabará todo, como quitándose un problema de encima, y con los que defienden justo lo contrario. Por eso me gustó esa contradicción que surgía entre los títulos, y que tiene que ver con la propia esencia del disco: la luminosidad y las tinieblas, las dos ideas contrapuestas”.
Entendida un poco más la complejidad inherente al álbum, y no muy común en otras bandas de nuestro país, no podemos irnos sin antes averiguar qué piensan Al Berkowitz y sus intrépidos componentes sobre la escena musical española. ..
“Está paralizada. Aquí, se aprovecha un patrón que funciona y se explota hasta rozar el ridículo. Aparece un grupo como Vetusta Morla, y durante los próximos diez años hay grupos tirando de eso. Yo no podría estar toda mi vida buscando un solo sonido porque me gustan muchos tipos de música. Y no voy a montarme otro grupo para poder hacer eso. Si nuestro disco peca de algo es de excesiva variedad. Adentrarse en él requiere un esfuerzo, y eso es lo que me preocupa, pero creo que no defraudaremos a quien decida hacerlo”.
Y una servidora corrobora que no lo harán.