Tomavistas
El acierto en clave familiar
Temples, The Horrors, Lori Meyers, Goldfrapp, León Benavente, Enric Montefusco, L.A., Los Punsetes… me tiraría media hora recitando todos los artistas que han dado la talla en el parque Enrique Tierno Galván de Madrid. Uno de los primeros festivales estivales de la temporada que significó un acierto para poder disfrutar de la mejor música en un ambiente envidiable comparado con la burbuja que rodea al resto de eventos de este calibre. Alrededor de 16.000 animales de ciudad se centraron en un recinto con un anfiteatro para las grandes citas y una zona ajardinada que daba al cuco escenario donde ver a tu grupo favorito.
Un público exigente pero agradecido que fue de menos a más durante cada jornada. Lejos de sentir los empujones del festivalero de al lado, Tomavistas se convirtió en un enclave ideal para un ambiente familiar con muy buen rollo y comodidad ante todo, de hecho, tan solo en los conciertos ‘top’ se pudo sentir la presión de la gente. En cuanto a la organización, no hubo colas excesivas –los milagros tampoco existen, obviamente si vas al baño de al lado del escenario cuando termina un concierto, o quieres una cerveza en la barra más cercana, es imposible no esperar algunos minutos– ni para entrar ni para cenar/beber. Quizás, el único pero habría que decirlo en el modo de pago a base de ‘tokens’. Queda decir que los asistentes fueron llegando cuando el sol caía, quizás por el horario laboral de cada uno, y esto se notó en los primeros conciertos del viernes.
VIERNES: Lori Meyers, los verdaderos animales de ciudad
Tomavistas se inició con Holy Bouncer, White Bats, Los Bengala y Quentin Gas & Los Zingaros ante un público reducido. Estos últimos, recién llegados de Sevilla mostraron su estilo post-flamenco que fusiona la música popular con la psicodelia de su disco ‘Caravana’. A quienes les dio igual la gente y el horario fueron a Los Bengala que presentaron su álbum ‘Incluso Festivos’ y su “Jodidamente Loco” que hizo rabiar a todos los que se animaron a los primeros conciertos del festival. Los Nastys fueron los siguientes en aparecer por el escenario principal, el Escenario Corona, cuando ya el público se iba animando. Los madrileños, con gran apego en la cultura musical de México, guitarrearon su “Never Digas Never” o “No hay Amor en las Calles” de ‘Noche de fantasmas con Los Nastys’. Sus berridos, muy sincronizados con el ruido que conforman su puesta en escena, levantaron a varios de los allí presentes que todavía estaban sentados en los escalones del anfiteatro. Ya sabéis lo que aconsejaron: “Fumar, Beber y Romper”.
Al Escenario Wegow se subieron la banda francesa Aquaserge para presentar su último álbum ‘Tour du Monde’. Y acto seguido, unas de las esperadas de la jornada, The Big Moon. Juliette Jackson lidera este cuarteto que levanta curiosidad entre los melómanos ya que debutaron en abril con ‘Love in the 4th Dimension’. Las londinenses triunfaron con “Bonfire” y “Sucker” con su indie-rock garajero que recuerda a alguna banda española de este mismo calado. Schwarz sacaron a relucir ‘Nación Subterránea’, su noveno disco que expusieron en el escenario pequeño del parque. Una antesala industrial que daba señales que esto solo acababa de empezar.
Ahora sí, el Escenario Corona, lleno. Las diez de la noche, el momento esperado para la mayoría de los festivaleros a un kilómetro a la redonda. Llegaba el turno para Lori Meyers. Los granadinos llegaban expuestos a la crítica de su último trabajo, ‘La Espiral’, que presentas algún “hater” que otro. Pero si algo quedó claro desde el principio, es que la banda revienta festivales puede conseguir lo que se proponga. Empezó a sonar “Vértigo I” con una pantalla de luces que tapaba el escenario pero dejaba ver que estaban todos los integrantes de la banda menos Noni. Entonces terminó la canción y allí apareció, con su mostacho de True Detective y sus gafas con cristales rojizos. Sonó “Luces de Neón” como segundo tema y todo se vino arriba. Lori Meyers cogió el ritmo que solo tuvo sobresaltos romanticones con “Todo lo que dicen de ti” u “Océanos”. Fue terminar esta balada cantada por Álex –de las mejores que han hecho– y comenzar el rush final pasando por “Emborracharme”, “Zona de Confort”, “Mi Realidad” y terminando en alza con “Alta Fidelidad”. Apoteósico. Los de Granda anteriormente tocaron su último hit, el pegadizo “Siempre Brilla el Sol”, así como “El Tiempo Pasará” o “Luciernagas y Mariposas”.
Noni, Álex, Alfredo y compañía se despedían del público madrileño mientras volvía a bajar esa celda de luces con el nombre de Lori Meyers bien grande. Como ellos lo habían dejado con su música, rompiendo cualquier crítica negativa que se haya leído en recónditos lugares.
La noche cayó, y con ella llegaron las variantes del festival. C. Tangana ostentó su suerte y su evolución al estrellato con el Trap que tan de moda se está poniendo en estos últimos tiempos. Dos estilos muy diferentes el que se vivió en el Escenario Corona y el que se quedaba por escuchar en el Wegow, pero que tuvieron el mismo acierto. C. Tangana repasó su EP con bases de Drake donde sobresalieron “Nada” o “C.H.I.T.O.” y también sus trabajos con Rosalia –otra de las nuevas caras que lo están petando en le flamenco–: “Llámame Más Tarde” y “Antes de Morirme” (con la que terminó el bolo). Sus compañeros de Agorazein le ayudaron en los coros y se marcaron el sonado “100K Pasos”. Sobre el escenario, descaro y gran actitud para hacerse con el público que ya estaba entregado cuando sonaron “Espabilao” y “Persiguiéndonos”. No faltó ninguno de los temas que le mantienen en la cima del éxito musical.
Goldfrapp, SVPER y Hercules & The Love Affair exportaron el electropop al Tomavistas. Los primeros, el dúo inglés, ganaron gran protagonismo ya que era su única fecha en España donde presentaron su nuevo ‘Silver Eye’ que cumple con cualquier expectativa prevista. Alison, con un vestido reluciente, marcó los bailes de los “Ocean”, “Become the One” y las nuevas “Systemagic” y “Anymore”. Los británicos no obviaron el trabajo que les ha costado llegar hasta donde están y cerraron la noche con “Train”, “White Horse” y “Ride” junto a las esperadísimas “Ooh La La” y “Strict Machine”. Todo ello sumergido en un juego de luces y humo que envolvía la preciosa noche de Madrid. Tras ellos, SVPER les siguió la batuta. Los españoles proyectaron ‘Pegasvs’ cerrando el escenario pequeño con “La Melodía del Afilador” y “El Final de la Noche”. Un regreso, muy esperado, de este tecno melancólico. Los estadounidenses Hercules & The Love Affair se encargaron de cerrar la jornada con su dance punk y sonido disco que sirvió de guinda final.
SÁBADO: Etapón con cima en Temples
El segundo día se presentaba diferente. El sábado permitía que el público se acercase desde el principio al parque situado al lado del planetario, sin embargo, a más de uno se le pegaron las sábanas por lo vivido en la jornada anterior y se perdieron a los Her Little Donkey que abrieron el festival. Los que no nos podíamos perder por nada del mundo eran Cala Vento. Un horario inexplicable para los catalanes Aleix y Joan. Solo son dos, y con eso se bastan y se sobran, uno a la guitarra y otro a la batería, y ambos conjugan sus voces para sacar cosas como ‘Futuro Panorama’ además de su disco homónimo. Todo comenzó en 2016 y han empezado a girar y a captar la atención con su pop veraniego y su melodía amable que cautiva a todo aquel que le escucha. “Hay Que Arrimar”, “Historias de Bufanda” y “Sin Apenas Conocernos” fueron sus hits del bolo pero con “Abril”, de su debut, dieron la traca final para un gran comienzo de jornada.
Ya en el Escenario Corona, el grande, los Rural Zombies tampoco se explicaban del horario impuesto por la organización. El sol era de justicia y el pequeño grupo de personas allí presente buscaba la sombra mientras Julia, Marcos y compañía tocaban su disco ‘Bat’. “Golden”, “Stones”, “Fall” e incluso una versión de “In For The Kill” de La Roux plasmaron la calidad de los de Zestoa. En el escenario paralelo comenzaba el show de los estrafalarios Alien Tango. Con pantalón dorado y camiseta roja salía Aitite. A su lado estaban Guardabosques, Oso Peligro y El Verdadero. Irreverentes hasta en los nombres, supieron jugar con sus errores y sacar más de una carcajada al público mientras esparcían su “drone electrolatino” de ‘Supernatural Mango’. Los ritmos orientales y psicodélicos causaron furor con “Happy Family” y “Honey”. Tras ellos, llegó el susto del festival. Los navarros Kokoshca solo pudieron tocar un tema ya que decidieron cancelar su actuación por un mareo del batería. Tras unos minutos de incertidumbre, y ayudados por las asistencias médicas y otros artistas como Anntona, los de Pamplona abandonaron el escenario principal donde no pudieron tocar su nuevo trabajo ‘Algo Real’.
Llegó el momento de dos bandas femeninas que están creciendo a marchas forzadas. Las Odio primero y posteriormente Mourn. Las primeras, con su pop feminista que plasman en su trabajo ‘Futuras Esposas’ reinaron en el Wegow cuando tocaron “Indiespañol”, “Vitaminas”, “Yo lo vi primero” o “Blackout”. Divertidas como siempre, se hicieron con el público. En el mismo escenario, las jóvenes Mourn se acercaron al sonido perfecto con su disco homónimo llegando a las altas cotas de “Otitis” y “Your Brain is Made of Candy”.
Entre medias Los Punsetes hacían suyo el escenario principal. Ariadna, ataviada como una menina, permanecía impasible cantando los exitazos de la banda. “Tus Amigos”, “Me gusta que me pegues”, “Opinión de Mierda” o “Maricas” se entrelazaban con los temas de su nuevo elepé ‘¡VIVA!’. El publico vibró con “Tu Puto Grupo”, “Mabuse” o el pripio “¡Viva!”. Una bofetada de realidad de este grupo que apuñala con sus letras con alto mensaje de lo que realmente pasa en la sociedad. Anntona y los suyos se llevaron una muy buena opinión de un Parque Enrique Tierno Galván que ya estaba en pleno auge.
Tras ellos. Los esperadísimos León Benavente. Abraham Boba salió con su banda con paso firme, como tanto le caracteriza. El líder de la banda es el dueño del escenario cuando sale y se come al público, literal. Saltaron al Escenario Corona con “Tipo D” de su discazo ‘2’ y gritaron ante todos lo que es la “Gloria”. “La Ribera”, “California”… todo fluyó mientras Abraham se crecía entre baqueta al cielo y baqueta al suelo. Todo orquestado, acostumbrados a triunfar, rescataron temas de su nuevo EP ‘En la Selva’ y triunfaron con “Ánimo, Valiente” y “Ser Brigada”. Ésta última, de su disco homónimo de 2013, tuvo como actrices protagonista a Las Odio que bailaron y cantaron este temazo que está en la lista de cualquier amante de la música.
Tras Baywes llegaron los grupos internacionales. The Horrors describieron a la perfección lo que es un concierto con calidad. “Who Can Say” de su ‘Primary Colours’ dio comienzo a uno de los mejores momentos del fin de semana y que llevó a todo el público a disfrutar del post-punk de los británicos. “Scarlet Fields” y “Sea Within a Sea”, dieron paso a “Mirror’s Image” para desembocar en el esperado “Still Life” de su LP de 2011, ‘Skying’. El público se quedó sin unos de los temas de la banda, “So Now You Know”, pero vivió uno de los momentos que seguro que recordarán durante mucho tiempo.
Aries dio el respiro para la llega de Temples. La cima de la noche. Vestidos al rollo Bob Dylan presentaban en Madrid el ‘Volcano’ que ha coronado allí por donde han pasado. La banda de rock medio psicodélico de Inglaterra tiñó de luces el anfiteatro que rodeaba el escenario y brindaton a la noche madrileña los jugosos “Certainty” y “Strange Or Be Forgotten”. Asimismo “Mystery of Pop” y “Roman God Like Man” sirvieron para entrar en el disco con el que llegaron al estrellato, ‘Sun Structures’, o lo que es lo mismo, a su gran hit, “Shelter Song” sin obviar “Mesmerise” y “A Question Isn’t Answered” que fueron el broche final a un bolazo.
En el escenario secundario los Delorean pusieron el rumbo a lo electrónico. “Deli” sonó a la mitad de concierto pero potenciaron su trabajo ‘Muzik’ con la canción que da nombre al disco o con “Epic”. “Stay Close” y “Destitute Time” nombraron reyes de la noche a estos chicos de Zarautz que están más que acostumbrados a levantar esas almas en pena que vagan por el público tras un largo día de festival. Suuns prosiguieron su trabajo. Los canadienses arrancaron los últimos bailes con su mítico “2020”.
DOMINGO: Un Montefusco popular y la psicodelia de Rufus T. Firefly
El tercer día de festival se notó en las piernas y también en el público. Un ambiente más reducido pero igual de familiar se amontonó para vivir esta jornada más diaria que otra cosa. My Expansive Awareness, que todo el mundo les cataloga como muy parecidos a Tame Impala, fueron los encargados de abrir la mañana. Pavvla, Cómo Vivir en el campo, Dani Llamas (que sustituyó a Triptides), Atención Tsunami, Las Robertas, Morgan y Jeremy Jay sufrieron en sus carnes la jornada matutina. Merece destacar a Pavvla como una verdadera promesa, a Cómo Vivir en el Campo que desplegaron su ‘CVEEC 3’ ante el público y Atención Tsunami y su ‘Silencio en la Retaguardia’ que brilló por si solo cuando tocaron “La Ira de Kaplan”.
Fue entonces cuando llegó el momento de Enric Montefusco y su banda. El ex de Standstill se ha vuelto cercano mucho más popular y el mejor ejemplo es escuchar su ‘Meridiana’. Enric supo interactuar con el público, ya mucho más presente, y jugar con los instrumentos de sus compañeros de escenario. Tan pronto era un violín como una enorme tuba. “Todo Para Todos” sonó demasiado pronto, algo sospechoso, y le siguió “Meridiana”, “Buenas Noches”, “Uno de Nosotros” y el irónico “Flauta Man”, donde incluso el cantante explicó que lo que decía es más sarcasmo que otra cosa. Una crítica a la sociedad que llega al corazón. Para los nostálgicos llegaron los temas de Standstil, “Adelante, Bonaparte” y “¿Por qué me llamas a estas horas”, con los que Montefusco exhibió su calidad de voz que hizo desgarrar más de un aliento. Sin embargo, el bueno de Enric tenía una sorpresa guardada y cuando todo acabó se bajó al centro del público e interpretó, de nuevo, “Todo Para Todos”. Una joya que relució en el festival.
Fuckaine fue el concierto chocante de la jornada. Con sampleos de los Cazafantasmas y de las Spice Girls supo sacar más de una sonrisa al público. “Whistle”, “Ode to Repetition” y “Expo 92” de su trabajo ‘Pizza Valentine’ sonaron entre las bromas de su cantante que tuvo la ayuda de la banda Alien Tango –grupo presente durante todo el festival–.
En ese mismo escenario secundario fue el turno de Rufus T. Firefly. Víctor Cabezuelo y Julia Martín-Maeso fueron un show para los que no les conocían y una delicia para todos sus fans. Los de Aranjuez primero dieron las gracias al Tomavistas por pensar en ellos tras la baja de Egon Soda y luego dieron una clase magistral de psicodelia y pop. La ‘Magnolia’ floreció ante los ojos de todos los presentes, entre ellos Pucho de Vetusta Morla o Martí Perarnau IV de Mucho, que permanecían estupefactos ante un gran bolo. Desde el “Halcón Milenario”, pasando por “O”, “Tsukamori”, “Pulp Fiction” hasta la “Última Noche en la Tierra”, Rufus brindó lo mejor que te pueden dar, su psicodelia. Centrados en plasmar a la perfección su apasionante disco –quizás de lo mejor en este 2017– pasaron de puntillas por su trabajo anterior ‘Nueve’ con “El problemático Winston Smith” para acabar con “Magnolia” y “Rio Wolf”. No puedo dejar de mencionar “Nebulosa Jade” que es, como dice el propio cantante, la canción de amor más friki jamás escrita. Si en dicho tema mencionan la psicodelia de Pink Floyd, quizás llegue un momento que algún grupo lo digan por ellos. Sin duda, Rufus T. Firefly se llevo una sonada ovación del público.
The New Raemon & McEnroe surcaban el escenario principal con ‘Lluvia y Truenos’. Ramón y Ricardo mantuvieron la calma durante el concierto pero desmembraron a la perfección su última edición. Juntos son un súper grupo y se complementan dignamente con la diferencia de voces –la armónica voz del catalán y el ronco Ricardo Lezón– que hay entre ambos. “Gracia” explicó un paseo de Ricardo por la ciudad de Barcelona, “Montaña” y “Malasombra” fueron de las más cantadas, al igual que los temas propios de McEnroe que cantaron los dos integrantes de esta unión. Ramón pidió perdón por si estropeaba “La Carta” o “Caballos y Palmeras” pero lo cierto es que quedó perfecta en el setlist de este festival.
El tramo final fue para Airbag con su trabajo ‘Gotham te Necesita’ donde plasmó “Gotham” y “Todo está Bien”, así como las antiguas “22” y “Nueva York”. La batuta la recogió Polock. Los jóvenes valencianos, mucho más frescos, se hicieron con un cansado público. Su reciente ‘Magnetic Overload’ fue la base del concierto donde sobresalió “Oh I Love You” o “Best Friend” pero donde también rescataron su últimos trabajos ‘Rising Up’ y ‘Getting Down From the Trees’. El público y la banda se entrelazaron en el penúltimo bolo de esta edición, casi dejando entre ver, que todavía había ganas de más festival. Esa morriña que te entra cuando no quieres que termine algo en lo que disfrutas.
La llave de cierre fuer para L.A. Luis Alberto y su banda triunfa allí por donde va y aquí hizo lo mismo. Un final digno para un festival que triunfa a pasos agigantados. El mallorquín presentó su último trabajo, casi todavía en el horno, ‘King of Beasts’. No faltaron “Stop The Clocks” ni “Living by the Ocean”, verdaderas joyas de sus anteriores discos. Las preciosas “Helsinki”, “Wind”, “Leave It All Behind” o “Turn the Lights On” plasmaron un escenario ideal de cierre.
El Tomavistas se ha convertido en un acierto total para todo amante de la música que aún cree que los festivales están para disfrutar de la música y no para luchar por un puesto en una barra del bar o en un lugar privilegiado del concierto sin tener que hacer un gymkana para llegar. Ya estamos esperando a que llegue la próxima edición donde solo tendrán que solucionar típicos problemas de una organización que apenas lleva tres ediciones. Larga vida al Tomavistas.