Yani Como
No me cansaré de escribir que Yani Como es uno de los grupos más infravalorados de nuestra escena indie. Su disco “13 maneras de reparar un corazón” (precioso título), con su nostalgia y sus historias sobre relaciones truncadas a golpe de melódico indie-pop de guitarras, fue mi compañía perfecta en andenes y estaciones de tren cuando aún estudiaba.
No me cansaré de escribir que Yani Como es uno de los grupos más infravalorados de nuestra escena indie. Su disco “13 maneras de reparar un corazón” (precioso título), con su nostalgia y sus historias sobre relaciones truncadas a golpe de melódico indie-pop de guitarras, fue mi compañía perfecta en andenes y estaciones de tren cuando aún estudiaba.
Desde su posición de fans de la música en general, bodegueros curtidos en mil batallas, parece que hubieran estado mirando los toros desde la barrera. Pero, tras el notable “Nada es lo que parece”, “Eso sí que lo sé” (Art de Troya, 2012) contiene la suficiente inspiración y buenas canciones como para colocarles por fin en el lugar que se merecen. Javier Ajenjo, cantante y principal compositor de la banda, nos lo presenta vía telefónica.
- Antes de hablar de las canciones, háblame un poco del proceso de composición. Porque si bien es cierto que sois un grupo básicamente de pop de guitarras, el violín de Alma tiene cada vez mayor importancia en vuestras canciones, llevando el peso de la melodía en varios temas. ¿Cómo trabajáis?
El violín es una parte difícil, no es como una guitarra. A veces intentamos que lleve un poco la parte “directora” de la canción, de la melodía, y otras que sirva como apoyo, como colchón de las melodías. En cualquier caso, es la parte más trabajada, es difícil hacer que no suene repetitivo, que no suene el mismo sonido. Además, se ha convertido en nuestro toque de distinción, absolutamente. No creo que haya ningún grupo que tenga el violín como un instrumento principal. Para nosotros, es una parte fundamental de la épica de las canciones y de la banda, y creo que nos ha distanciado de las bandas habituales.
- Por ejemplo, el violín del final de “Relojes” me parece ciertamente eufórico
La verdad es que es un tema que crece mucho, y el final es muy bruto, es como si llegáramos a un éxtasis al final, que es importante para la canción. La idea de “Relojes” es que el tiempo corre, que cada vez corre más deprisa y el violín refleja perfectamente la idea de la canción.
- En cuanto a las letras, parece que has pasado a escribir más en primera persona que nunca, por ejemplo cuando hablas del “beso en Moby Dick/ sonando Pimodán” en “Eso sí que lo sé”. ¿Es tu disco más autobiográfico?
Sí, claro, por ejemplo “Eso sí que lo sé” habla toda de una relación y de una persona en concreto. De las cosas que han quedado ahí, como posters que han quedado puestos en la pared. En general, en este disco me he desprendido de la “tercera persona”, que igual ha estado más presente en nuestro material anterior. Ahora sí estoy escribiendo en primera persona, y hay mucho de autobiográfico, pero hay mucho también de esa sensación que tenemos toda la banda, y yo el primero. Esa sensación de que faltan “discos políticos”. Nos ha salido sin querer un disco tremendamente “político”. No por la política en sí, porque no somos ni de políticas ni de ONGs ni nada, sino porque creo que refleja bastante bien la sensación que vivimos en general. El tratar de escapar, reflexionar sobre nuestro alrededor, darnos cuentas de cosas que antes ni se nos pasaban por la cabeza, porque todo iba maravillosamente…
- ¿Quién es la chica de la agridulce y muy deudora de Teenage Fanclub “Volea plegable”? Porque no sale muy bien parada…“De cuando en cuando las personas/ que parece que te quieren/ ya no están”, cantas en ella.
Pues mira, en cierto modo habla de mis sentimientos hacia alguien. Es un reproche que me hago a mí mismo, en plan “Coño, tenía que haber estado allí”. Creo que va perfectamente con la idea de la volea, un golpe que siempre va a volver. Hay una persona que es la que me lo dijo: “Nunca estás”. Y sí, cuando te necesitan, pues a veces no estás.
- Está claro que, en vuestras canciones y vuestras reflexiones, sigue habiendo frases duras y nostalgia. Pero a veces es una nostalgia más optimista. Por ejemplo, en “Cortometraje”, mi canción favorita del disco, cantas “Y después de tres vidas te encontré/ un regalo sorpresa fue volverte a ver”. ¿Estás de acuerdo?
Sí, es una canción más positiva. Habla sobre cosas inesperadas. Creo que, en el peor momento y cuando más jodidos estamos, que ya no podemos ir más abajo, de repente pasan cosas que no te esperas, y que te hacen volver a creer, a pensar y supongo que a estar vivo. Si tuviéramos que filtrar todo lo que nos pasa sería terriblemente complicado. Igual que en “Volea plegable”, cuando nos necesitan no estamos, en este caso es todo lo contrario. Pensabas que nunca iba a ser igual, y nunca les ibas a volver a ver, y nunca ibas a tener una relación, y de repente pasa. Es una canción que a mí también me gusta mucho. Y que, de hecho, no iba a estar en el disco, porque es bastante diferente a lo que venimos haciendo, pero luego sí lo vimos. Vimos que es exactamente lo que decías, un rayito de luz dentro del álbum. Nos ha gustado cómo ha quedado, la hemos dado una vuelta de cómo estaba planeada antes de grabar, y al final se ha demostrado que tenía que estar.
- Por cierto, habéis hecho un vídeo muy bonito para el primer single, “Tiempo de cambiar”. ¿Cómo lo hicisteis?
En este disco hemos trabajado con Juan Pérez Fajardo, que es el fotógrafo del rock’n’roll en España, y ha fotografiado toda la música española más actual. Nos ha hecho todas las fotos de promo, y nos apetecía saber si aceptaba el reto de dirigir el vídeo. Queríamos distanciarnos de los vídeos que teníamos hasta ahora. Hemos hecho animación (“Furia desatada”), hemos hecho diferentes cosas, y “Tiempo de cambiar” es el primer vídeo interpretado por una actriz. Y estamos muy contentos de cómo ha quedado. Juan ha respondido como responde siempre.
- Pongámonos a soñar, ¿con qué grupo te gustaría tocar en el escenario principal en Sonorama…2018?
Hay muchísimos, pero vamos, yo siempre lo he dicho, y quizá a base de pensarlo e intentarlo me gustaría algún día telonear a Radiohead. Así que si algún día sucede ese milagro…Pero vamos, nosotros vamos a tocar este año por segunda vez desde que empezó el festival, y creemos que lo más importante es que una banda lleve su camino, y que llegue a donde tiene que llegar por sí misma. Y creo que es lo que hemos hecho.
- Para terminar ¿En qué punto está Yani Como como banda?
Que te conozca más gente es estupendo, pero decíamos esta tarde que somos una banda feliz, que somos capaces de gestionar cómo entendemos la música, alejados y a la vez cerca de todo esto. Consideramos que somos unos privilegiados. Este año estamos creciendo como banda, vamos a tocar en el Low Cost, que es un festi donde nos apetecía estar, rodeados de bandas muy chulas. Vamos a hacer algunos bolos, y también para un grupo como nosotros es muy importante telonear a una banda que pueda meter a mil personas. En definitiva, somos una banda bastante feliz, a pesar de nuestras canciones y de nuestra forma de reivindicar la vida.