Lados

Magazine dedicado a la difusión de todo tipo de contenidos culturales; música, moda, arte y cine entendiendo cada una de estas disciplinas como una representación de las diferentes vías de expresión de la capacidad interior de múltiples personalidades

The Courteneers

Los británicos The Courteneers vuelven a la carga después de tres años sin sacar disco. “Anna” es su tercer trabajo de estudio, un desvío en su trayectoria en el que aparcan definitivamente la estela britpop para unirse a los sintetizadores en un álbum repleto de melodías pegadizas destinadas a ser coreadas en los conciertos. Su líder, Liam Fray, contesta a las preguntas sobre esta nueva colección de hits con espíritu rompepistas.

Los británicos The Courteneers vuelven a la carga después de tres años sin sacar disco. “Anna” es su tercer trabajo de estudio, un desvío en su trayectoria en el que aparcan definitivamente la estela britpop para unirse a los sintetizadores en un álbum repleto de melodías pegadizas destinadas a ser coreadas en los conciertos. Su líder, Liam Fray, contesta a las preguntas sobre esta nueva colección de hits con espíritu rompepistas.

Vuestro último álbum, “Anna”, es una colección de temas con una energía brutal. Un trabajo maduro. ¿Qué es lo que van a encontrar los que se acerquen a este disco?

Ante todo, gracias. Estamos encantados de que lo disfrutaras. Creo que las letras son muy personales y vienen desde un sitio bastante solitario. Pero sin embargo las hemos revestido con música muy animada. Los Smiths eran muy buenos haciendo eso.

El sonido de este disco es más amplio y épico que los de “St. Jude” y “Falcon”, vuestros anteriores trabajos, además de tener un componente más electrónico. Es un cambio sustancial. ¿Ha sido un paso muy meditado?

Nunca hemos sido una banda que haga movimiento calculados. Ese tipo de historias siempre nos ha parecido algo cínico. Simplemente entramos al estudio y comenzamos a tocar. No teníamos ni idea de cómo sonaría el álbum, pero siempre estábamos intentando entregarnos al máximo, probando nuevas cosas, nunca diciendo “no”. Ser más abiertos nos ha permitido alcanzar nuevas cotas.

Habéis comentado que “Anna” es un nuevo capítulo, sónicamente hablando, para The Courteneers. ¿Consideraríais esto el comienzo de un nuevo libro o sólo un relato corto?

Pienso que cada álbum es un nuevo capítulo. Pero éste tal vez da la impresión de ser el Acto II, si quieres. Sentimos como que hemos abierto nuevas puertas con ANNA y es excitante descubrir qué hay detrás de esas puertas. No me sentiría cómodo haciendo un disco que sonase como el anterior. Eso es de perezosos. Tenemos la posibilidad de demostrar al mundo lo que podemos hacer… Hay mucho por explorar.

Primero fue Stephen Street (productor de The Smiths, Blur y The Cranberries) quien produjo vuestro primer LP, St. Jude. Después fue Ed Buller (Suede, Pulp…) para Falcon. Ahora es Joe Cross (que ha producido el álbum debut de Hurts). ¿Cuáles son las principales diferencias de trabajar con cada uno de ellos? ¿Cross os ayudó, como dice vuestra canción “Push yourself”, a entregaros más?

Cada productor tiene su propio paladar en cuanto a sonidos y aporta su propia personalidad a la mesa. Hemos sido muy afortunados por trabajar con tres productores increíbles en nuestros tres diferentes discos. He aprendido muchas cosas de cada uno de ellos. Supongo que la mayor diferencia sería que Joe era de nuestra edad, así que fue más como una amistad en vez de únicamente una relación de trabajo. Tal vez esto me ayudó creativamente ya que no estaba tan preocupado por equivocarme. A veces las cosas sobre las que crees estás equivocado acaban por ser las mejores decisiones. Sólo necesitas un empujoncito en la dirección adecuada. Y Joe Cross hizo que nos entregáramos, sin duda. También el hecho de que no tenía una experiencia tan enorme detrás nos permitió a ambos arriesgar más. Queríamos que la gente pensara que escogimos el camino más largo. Y además así fue. La mayoría de las canciones las empezaba componiendo yo primero algunas líneas de bajo. Nunca había trabajado de esa manera. Después de eso, Joe y yo comenzábamos a introducir las demás capas de instrumentos. Fue diferente pero gratificante.

El título del álbum es “Anna”. Pero en vuestras canciones nunca decís quién es. Resulta algo misterioso… ¿Quién es Anna y por qué decidisteis poner su nombre al disco? Por supuesto, podéis dejar que sea un enigma…

Siempre prefiero el enigma.

Algunas de estas canciones están hechas para ser clásicos instantáneos para conciertos. Según está la industria ahora mismo, la idea de centrarse en el directo parece una decisión inteligente. ¿Pensáis en los estadios a la hora de componer?

No diría que pensamos en los “estadios” puesto que creo que probablemente nunca seremos tan grandes. Pero definitivamente sí que pensamos en cómo sonarán en directo. Esa es la parte más gratificante de ser músico. Nuestras actuaciones son como eventos. La gente se vuelve loca durante esa noche y se siente completamente libre. Es alucinante verlo desde el escenario, y un privilegio ser parte de ello.

Seguramente estaréis cansados de esta pregunta pero ¿no estáis hartos de que se os comparase con Oasis? Como en la canción “Money”, tal vez tenéis ganas de decirles “sentaos y cerrad el pico.” ¿Es este “Anna” una especie de intento para dejar atrás también este tipo de comparaciones?

Para ser completamente honestos, eso es lo que hicimos con Falcon. Ese disco demostraba que éramos capaces de mucho más de lo que decía la prensa. Siempre hemos tenido muchas influencias y gustos musicales eclécticos. Pero como somos de Manchester, periodistas vagos (y eso es lo que es, simple y llanamente pereza) nos comparan con Oasis. Me encanta Oasis, pero no sonamos para nada como ellos. En absoluto. ¡Probablemente ellos se sienten insultados por la comparación! Nos encontrábamos igual de influenciados por Elbow y el gran Stephen Fretwell. Estamos dejando atrás el cómo los medios británicos solían pensar acerca de nosotros. Honestamente, pienso que con este álbum y los shows que vienen podemos dar un paso hacia territorio inexplorado. Es sin duda un momento muy excitante para la banda. Nos entendemos muy bien, hay conexión.

Algunos dirían que eres algo arrogante cuando lanzas frases como “Somos la mejor banda del planeta en este momento”. Seguro que sabes que te puedes granjear enemistades con declaraciones así. ¿Es un desafío?

Eso es porque cuando haces una entrevista para medios impresos la gente no puede ver las arrugas en tu cara cuando sonríes. O el brillo de ojos que acompaña la entonación de tu voz. Obviamente no pienso que seamos la mejor banda del mundo (además eso no existe, porque como pasa con todo arte, es subjetivo y depende del gusto personal) pero a las revistas les gusta sensacionalizar. Debió ser un día poco productivo en cuanto a noticias. Soy mucho más agradable que esas frases tontas, créelo. De verdad.

La mayoría de los estribillos de este álbum se quedan incrustados en la cabeza. Una vez que los oyes por primera vez, estás perdido. ¿Cuál es vuestra fórmula secreta?

Si lo digo tendría que retirarme. Y me gusta bastante este trabajo.

Los miembros de The Courteneers os conocéis desde que teníais diez años. Es mucho tiempo… Hay otra canción en este álbum que se titula “When you want something you can’t have”. Seguro que cuando erais niños había un montón de cosas que queríais pero no podíais tener. ¿Qué es lo que pensabais que jamás tendríais pero que sin embargo habéis conseguido?

Una cosa que pensaba que nunca podría tener era la oportunidad de hacer un trabajo que amo con gente que amo. Es una cosa bastante poco frecuente. Somos muy afortunados. Tocar en Glastonbury, o en un estadio en la ciudad donde creciste, tocar en Japón… Es todo alucinante cuando pienso que hace unos cuantos años estaba escribiendo canciones en mi cuarto. De hecho, todavía escribo la mayoría de ellas en mi habitación. Tiene una acústica fantástica.

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Texto Miguel Gabaldón
22-04-2013
Música