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Crónica Primavera Sound Sábado

Sábado

Casi sin habernos dado cuenta nos plantamos en el sábado, prueba de fuego, día grande y etapa reina en este tour de cuatro días de duración por el Parc del Forum.

Casi sin habernos dado cuenta nos plantamos en el sábado, prueba de fuego, día grande y etapa reina en este tour de cuatro días de duración por el Parc del Forum. Inauguramos la última tarde del festival en el escenario Heineken, enamorándonos del desparpajo de Adam Green y de la simpática dulzura de Binki Saphiro. Conscientes de lo temprano de la hora y del cansancio que arrastrábamos en nuestras ya castigadas pero fortalecidas piernas, el dúo - pero sobre todo más el polifacético Green, que intentaba constantemente demostrar que no le daba miedo hablar en español, pese a sus escasos conocimientos del idioma -, se deshizo en esfuerzos por hacernos pasar un rato agradable y contagiarnos un poquito de la euforia que suponía para ellos el estar allí. Ejecutaron a la perfección las canciones de su LP conjunto de título homónimo, sin olvidarse de grandes hits pertenecientes a trabajos anteriores de Green tales como ‘Gemstones’ o ‘Dance With Me’, canción con la que el cantante aprovechó para darse su correspondiente baño de masas arrojándose sobre los brazos del público. En definitiva, asistimos a una clase maestra de binomio chico - chica que se complementan maravillosamente bien sobre los escenarios, haciendo de su directo un show que nos mantuvo a todos los asistentes con la sonrisa simpática estampada en la cara, bien fuera como muestra de disfrute por la canción interpretada (no faltaron las deliciosas ‘Just To Make Me Feel Good’, ‘Here I Am’, ‘Nightime Stopped Bleedin’), o bien como respuesta ante los bailes a lo payaso con los que Green nos obsequió a lo largo de todo el directo.

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Con calma y tranquilidad, conscientes de que nos quedaba mucha tralla por delante (hoy no era discutible hablar de una retirada temprana del recinto, era la última batalla y abandonar antes de la salida del sol era todo un acto de cobardía), pusimos rumbo al escenario Ray Ban dispuestos a hidratarnos a base de litros de cerveza patrocinada mientras disfrutábamos del directo de  Dead Can Dance. Los australianos ofrecieron un concierto magnético que supo enganchar a los fans más acérrimos de la banda, comenzando con ‘Children Of The Sun’ y centrándose en su “Anastasis”. Un directo muy mágico con la puesta de sol de fondo y con una Lisa Gerrard vestida cual reina medieval venida de un mundo de ciencia ficción para conquistar al público al completo con su peculiar y característica voz. Tras la inesperada e inoportuna cancelación de Band Of Horses y dado mi fanatismo casi enfermizo por Deerhunter, pusimos otra vez rumbo hacia el escenario Heineken, ya que la banda de Bradford Cox y compañía había sido elegida para actuar en su lugar. Comprobamos que pese a ser la segunda vez que les veíamos en el festival, y pese a presentar un casi idéntico setlist, las canciones seguían teniendo una muy buena acogida por parte del público, y pese a ser más devotos de hits anteriores como ‘Agoraphobia’ o ‘Desire Lines’, su nuevo álbum de estudio “Monomania” nos ha convencido definitivamente a todos. Justo al lado, en el escenario ATP, finalizada la actuación de Deerhunter teníamos a unos inmensos Thee Oh Sees dispuestos a darlo todo por y para su público. Potentísimo directo en el que destacaron sobre todo las canciones pertenecientes a su álbum más reciente “Floating Coffin” - aunque también desempolvaron temas correspondientes a trabajos anteriores, como ‘Crack In Your Eye’ de su “Carrion Crawler / The Dream” -, y que se caracterizó por la entrega de un público en estado de éxtasis salvaje (en las primeras filas) y más calmado pero sin dejar de bailar y de tocar instrumentos imaginarios en la zona más alejada y más a salvo del caos del escenario. Un desgaste de zapatilla a ritmo de punk, garaje y psicodelia perfecto para entrar en calor en el que, como nota curiosa, pudimos ver a un Bradford Cox (y sí, a su peluca) camuflado entre el público y disfrutando como uno más de trallazos como ‘Toe Cutter - Thumb Buster’ , ‘Strawberries 1 + 2’, ‘Tunnel Time’ o ‘Minotaur’, canción que puso punto y final a esta auténtica muestra de actitud punk.

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Y si hablamos de actitud amigos, tenemos que hablar de Nick Cave. Programada para inmediatamente después (la verdad es que la situación del escenario ATP nos vino a las mil maravillas para pillar un buen sitio y poder ver el directo de Nick Cave & The Bad Sees desde una privilegiada posición), la actuación del carismático y enigmático frontman  fue uno de los momentos clave y que muchos recordaremos una vez finalizada esta edición del festival. Aquellos que temían un directo calmado comprobaron que sus temores eran más que infundados. Cave y sus “malas semillas” salieron al escenario y desde los primeros acordes de ‘We Know Who U R’ fueron ganando con cada canción en presencia, fuerza y fiereza, dejándonos a todos los asistentes embobados y boquiabiertos, adorando y venerando a este dios de la noche y del rock. Explotando al máximo su chulería y sus conocimientos de liderazgo de masas con toda la naturalidad del mundo fue rescatando viejas glorias como ‘From Her To Eternity’, ‘Jubilee Street’, ‘Jack The Ripper’ o ‘The Mercy Seat’ mientras las alternaba con las canciones pertenecientes a su último álbum de estudio, “Push The Sky Away”. Cave absorbió todo el protagonismo, pero el buen saber hacer de los Bad Sees a los instrumentos les sentenciaron a ambos como claros vencedores de esta última jornada.

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Se acercaba el momento que todo indie nacional y no de importación había estado esperando con ansia, nervios y mucha nostalgia. En el escenario Primavera y quince años después de su publicación, la banda granadina Los Planetas se disponían a interpretar íntegramente aquel disco que levantó pasiones, cicatrizó heridas y les sentenció como reyes indiscutibles del pop / rock alternativo patrio del siglo XX y parte del XXI. Sin necesidad de presentación comenzaron a desgranar canción a canción y siguiendo rigurosamente el orden del disco “Una semana en el motor de un autobús”, empezando por ‘Segundo Premio’ y terminando por ‘La Copa de Europa’. Sin prisa,(bueno sí, J confesó abiertamente al finalizar el concierto que no habría ni bises ni historias, ya que se iban derechos a ver a My Bloody Valentine), sin pausas ni florituras, fue un concierto si no clave, mágico, que todos y cada uno de los que nos encontrábamos allí disfrutamos cual adolescentes. Entre el público, como era de esperar, ni rastro de un guiri, y aún así fue un concierto multitudinario que también quedará para la posteridad y para el recuerdo, situándose a la misma altura de otros grandes cabezas de cartel. Ya de madrugada seguíamos rompiéndonos cabezas y piernas con las dichosas solapaciones. Juro solemnemente que íbamos de camino a My Bloody Valentine, pero el espectáculo lumínico y la increíble multitud que se agolpaba en el foso del escenario Ray Ban, dándolo todo a ritmo de Crystal Castles, nos distrajo momentáneamente para acabar atrapándonos por completo. Alice Glass y Ethan Kath protagonizaron un directo digno de ver, para que en un futuro lejano podamos contarles a nuestros nietos que estuvimos allí y sobrevivimos para contarlo. Cegados por el juego de luces que les acompañaba, Alice se movía cual culebrilla de río sobre y bajo el escenario, arrojándose al público - sin ninguna duda esta edición del festival ha sido la edición del crowdsurfing - e interpretando sin descanso himnos de la música electrónica como ‘Baptism’, ‘Crimewave’, ‘Alice Practice’ o ‘Celestica’. ‘Not In Love’ (sin Robert Smith) fue la encargada de anunciar el fin de fiesta de su directo, dejándonos a todos exhaustos y un poco ciegos (literal y metafóricamente hablando), preparados para seguir quemando calorías y venciendo al frío a ritmo de la siguiente actuación de la noche: la de los británicos Hot Chip.

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Algo tienen Alexis Goddard y su banda que  sólo con verles la cara ya se me ilumina el rostro. De hecho durante una temporada propuse a mi compañera de piso de entonces, el poner a unos Hot Chip de cartón piedra a tamaño natural en el salón, para alegrarnos el día y recordar los hits que han hecho a lo largo de su trayectoria musical. Podrían haberse centrado en presentar en directo su último álbum de estudio, pero en lugar de eso, Hot Chip rescató temas antiguos que son una apuesta segura en cuanto a dance y electrónica se refiere. Lo cual no quiere decir que se olvidaran por completo de su “In Our Heads”, comenzaron con ‘How Do You Do?’, ‘Night & Day’ y ‘Flutes’ sonaron inmensas, y el resto fue un delicioso repaso a clásicos como ‘Ready For The Floor’, ‘Over And Over’, ‘And I Was A Boy From School’, ‘‘One Life Stand’, Hold On’ y ‘I Feel Better’ encargada de poner fin a un concierto divertido, ultra bailable, que hizo que nos enfrentáramos a la fase final de la jornada con un excelente sabor de boca y más que satisfechos con lo visto hasta entonces. El final de la fiesta llegó con Dj Coco, cañones de serpentinas mientras sonaba ‘Midnight City’, fechas oficiales de celebración de la próxima edición del festival (será el último fin de semana de Mayo, recomiendo ir apuntándolo ya en el calendario), un primer cabeza de cartel para el año que viene: “Neutral Milk Hotel” y una promesa hecha firmemente nada más salir por las puertas del Forum, con las letras de “PRIMAVERA SOUND” brillando detrás: nos veremos el año que viene.

Texto Carla linares
Fotografía Dani Canto, Eric Pamies
10-06-2013
Música