Lados

Magazine dedicado a la difusión de todo tipo de contenidos culturales; música, moda, arte y cine entendiendo cada una de estas disciplinas como una representación de las diferentes vías de expresión de la capacidad interior de múltiples personalidades

Refree

Llegan días en la vida en que te encuentras con personas especiales, estas líneas tratan de uno de esos días. Pero dejadme que me explique; hace una semana, poco más o menos, tuve la oportunidad de hablar con Raül Fernández, una de esas personas que respiran, sudan y sienten música. Y es que nuestro protagonista vive dedicado en cuerpo y alma a la música, ya sea produciéndola, componiéndola o interpretándola.

Raül deja aparcada su faceta de productor metiéndose de nuevo en la piel que le permite expresar sus inquietudes compositivas, esa piel es la de Refree, en realidad, tengo la sensación de que nunca abandoné esta piel. Aunque esté trabajando en otras cosas, siempre le estoy dando vueltas a cuál va a ser el siguiente movimiento, que me apetece hacer, como componer, nos aclara. Lo que es innegable es su silencio de un año y una ausencia de material inédito que duraba ya tres, lo que pasa es que hasta que encuentro lo que me motiva, lo que quiero hacer, hacia donde quiero ir, pues tampoco le veo sentido a editar, a componer o a grabar. Quiero estar siempre muy convencido de lo que estoy haciendo. Grabar por grabar como Refree no me parece interesante, en el fondo, Refree es como un vehículo para explorar lo que a mí me interesa en cada momento.

 

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Es de agradecer que entre producción y producción de compañeros como Kiko Veneno, La Mala Rodríguez, Lee Renaldo y un sin fin de nombres más, Raül se permita escapar de toda la vorágine de la producción, convertirse en Refree y explorar nuevas maneras que nos permitan encontrarnos con nuestras emociones, aunque él mismo nos aclara y explica… no entiendo una cosa sin la otra. Todo forma parte de lo mismo, que es hacer música y aprender. Siempre lo digo, pero me siento, desde hace tiempo, más bien como un artesano que como un artista. Si estuviera ejerciendo de productor todo el tiempo y olvidara la parte de composición, que es la de Refree, no sé si lo aguantaría, para mí es necesario. Pero tampoco sé si aguantaría hacer sólo lo de Refree”.Puede ser que esta inquietud por hacer cosas sea el ingrediente necesario que hace de Refree o de Raül, tanto monta monta tanto, una persona, como decía antes, especial. Este chico tiene las cosas muy claras, se lo que me gusta y he tendido durante mi vida hacia entender la música como algo abierto. Yo quiero hacer muchas cosas y si puedo tocar muchos instrumentos, pues mejor. Es decir, si puedo aprender a tocar muchas cosas, puedo ahora hacer unos arreglos de cuerda, después producir y tal, no sé, es lo que me permite que no me canse y disfrutar de lo que hago”. Un continuo aprendizaje que consigue que nuestro interlocutor se sincere, disfruto con mi trabajo y con la música en general. No quiero ponerme barreras, las barreras son las que tengo yo como persona al final. A veces pienso que por puros prejuicios la gente deja de hacer cosas y no quiero que me pase a mí”.

 

Tengo que darle la razón al artesano, porque no quiero que Refree deje de hacer cosas, y menos aún si lo que hace son cosas como “Nova Creu Alta” (El Segel del Primavera, 2013), su último disco. Un trabajo en el que la raíz sigue siendo cien por cien Refree, pero en el que los aires folk mediterráneos con toques jazz u orquestales desaparecen y dan paso a un sonido más enrevesado y psicodélico, con guitarras más potentes. Un álbum por momentos luminosos pero con puntos oscuros y con mucha más pegada que sus anteriores trabajos. Creo que todos necesitamos una explicación. Pienso que con “Tots Sants”, que fue un disco en directo de exploración del pasado, y sobre todo con “Matilda”, tuve la sensación de haber llegado a donde creía que podía llegar al explorar el pop de canciones más orquestales y con las armonías esas, o quizás es que estaba cansado, no lo sé, nos comienza a explicar, pero el hecho es que durante estos años me reencontré con la energía de hacer un disco más rock. Una energía que antes la canalizaba hacia otro sitio y ahora me apetecía hacer algo muy directo, muy gamberro. Este disco, yo pienso que es bastante punk, de la manera en la que ha sido grabado y concebido. Necesitaba algo potente, menos reflexivo. Este disco para mí ha sido algo de diversión, tanto cuando lo pensaba, como cuando lo grababa e incluso ahora cuando lo toco en directo más aún”.

 

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En mi humilde opinión el objetivo ha sido cumplido, este es un disco más eléctrico. No hay más que pararse a escuchar, “Els Nostres Pares”, una canción donde los primeros acordes de guitarras y la agresividad de la percusión nos permiten descubrir la perfecta fusión que nace al juntar el nuevo y eléctrico con el reflexivo y antiguo Refree. Con esta canción, “…en realidad, no quiero abrir los ojos de nadie. Hago las canciones porque me siento con la obligación de decir algunas cosas y me sentiría mal en el papel de profesor o profeta. No me sentiría cómodo con este papel nos comenta mientras sigue explicando, pero sí que es cierto que desde hace un tiempo tengo la idea de que la historia es cíclica y se repiten cosas. A pesar de que la civilización ha avanzado en muchas cosas, hay otras cosas en las que no aprendemos. Un día fui a una manifestación, no recuerdo cual fue, pero los mossos se comportaron de una manera super agresiva y me encontré allí en medio. Llegué a casa y pensé: quien me iba a decir que estaría viviendo algo tan parecido a lo que me contaba mi madre que habían vivido, y me pareció perfecto reflejarlo en una canción. Más que nada porque creo que es importante mirar hacia atrás y aprender de la historia”.

 

Comparto totalmente esa filosofía, el artesano vuelve a tener razón en dos cosas. La primera es que no hay como mirar atrás para aprender de nuestros errores y darnos cuenta de nuestros aciertos, la segunda es que la historia ciertamente es cíclica y la musical también, para muestra un botón. Escuchando este disco, apreciareis influencias dispares, con arreglos barrocos y aunque revisado de forma actual, parece tener un pie en el rock de finales de los 60 y principios de los 70, bueno, me considero un melómano, escucho mucha música, nos aclara mientras continua hablando, que salgan cosas que he escuchado de los 60 y de los 70 es normal. Por otro lado, es cierto que he usado un tipo de sonido en este disco, sobre todo de sintetizadores, posiblemente hace tres o cuatro años hubiera dicho, ¡no, este sonido no lo pondría nunca! A veces, he trabajado con sonidos que me parecían feos, pero que creía que los podía hacer sonar bien dentro de la canción, ¿sabes? Me gustaba el contraste en este sentido. Tal vez, y esto son suposiciones mías, la historia de Refree también haya cumplido un ciclo y este regresando a los comienzos hardcore y punk de Corn Flakes, pues un poco sí”, admite y se explica, “no porque fuera algo premeditado, sino porque esa herencia la llevo encima, siempre digo que me han salido influencias de la canción de misa que oía cuando era pequeño. Es cierto que pasé una época de mi vida tocando en grupos muy potentes, pero bueno, tampoco creo que tenga una relación directa nos esclarece sobre su regreso al pasado, sí que la tiene que me entusiasma la electricidad, por decirlo de alguna manera, ¿no? La energía que me da la guitarra eléctrica la he echado de menos durante estos últimos años, notaba que la necesitaba. Puede parecer muy fútil lo que estoy diciendo, pero en mí mismo era muy importante la vuelta a un instrumento que no se te queda corto. A veces, con la acústica cuando aprietas se te queda ahogada, con la eléctrica puedes añadir cada vez más cosas. Es como un chorro de sonido que puedes ampliar casi hasta el infinito. Y los sintes,  igual”.

 

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Ahora que sacamos el tema de las guitarras y los sintetizadores, toca hablar ahora de uno de mis temas preferidos, “La Festa,” tal vez porque encuentre cierta similitud con el granadino universo planetario, quizás sea por la cadencia, por la armonía e incluso la forma de interpretarla, cuando compuse esta canción, no pensé en ningún momento en Planetas, aunque enseguida me di cuenta, por comentarios de gente a la que se la enseñe, que se entendía así y me pareció perfecto. Para mi, es un grupo básico en la historia de la música en nuestro país y al que valoro un montón, nos matiza mientras sigue hablando,en lo que realmente pensaba cuando la compuse es en hacer un tema más, ¿como te diría?, más de desierto, pensaba más en The Doors, más en psicodelia de desierto, algo que pudiera sonar como en una atmósfera de campo abierto y de infinito. Pero bueno, también puede tener que ver esto con Los Planetas y por eso yo no voy a negar su influencia, si me he acercado a ellos es un honor y me parece fantástico. Pero no es esta la única referencia musical que me viene a la cabeza al escuchar el disco, hay más fuentes de las que bebe, aunque sea indirectamente este último trabajo de Refree, pero al intentar ahondar en dichas fuentes me encuentro con una sorpresa… no hay unas fuentes concretas, no fue que me sentará a pensar en el nuevo disco y dijera pues voy a coger de aquí y de allí. Quería hacer un disco eléctrico y divertido para mi y estas fueron las premisas que me puse, y empecé a componer y a grabar en esta dirección me cuenta el interesado, a toro pasado, hay cosas que a mi siempre me han interesado, como el patchwork sonoro,el tema “Orgia” es un ejemplo perfecto. Creo que aquí han aparecido muchos elementos del rock de los 70, como Led Zeppelin o Black Sabbath, e incluso toques de rock sinfónico, y aquí es donde nos encontramos con Flaming Lips. Pero, en el fondo, The Doors, como te decía antes, están bastante presentes en el disco. Queda claro que este chico no mentía cuando nos decía que era un melómano, y eso se nota porque hay que construir a partir de la tradición que tenemos, de lo que hemos escuchado.

 

Aparquemos un momento el disco y hablemos del directo, los pocos que han tenido la suerte disfrutar del disco en vivo se encontraron con una selva por escenario, con capas de pianos, trompetas, el uso de sintetizadores y juegos de luces, pero me muero por saber que mas sorpresas nos esconde la puesta en escena. Bueno, ya casi lo has dicho todo”, nos confiesa, lo que hemos conseguido con el grupo me encanta. La idea es llevarlo a cuantos más lugares mejor, es una escenografía complicada porque implica muchas cosas, pero entronca muy bien con el disco. Lo que te encuentras en el escenario se convierte casi en un mundo lisérgico, entre la luz y las plantas todo es bastante impresionante. Mucho más no puedo decirte, yo me lo paso bomba tocando este disco en directo y espero que la gente se lo pase bien también. He pensado este disco y este directo para que la gente se lo pueda pasar muy bien”. Personalmente creo que toda persona que viva la experiencia que supone el escuchar el directo de este álbum disfrutara de lo lindo. Y es que aunque sea un disco íntegramente en catalán, parece que el bilingüismo que ha caracterizado la carrera de este artesano quedó aparcado nunca pienso pues voy a escribir cuatro castellano o cuatro en catalán, cuando me siento con la canción me sale una cosa u otra. Me ha salido así, todo en catalán. No es que haya decidido aparcar el bilingüismo y a partir de ahora escribir en catalán, si no que simplemente me ha salido así en este disco” nos corrige.

 Lo que empezó siendo una entrevista, con el paso de los minutos se ha ido convirtiendo en una charla entretenida, en una conversación en la barra de cualquier bar con un desconocido cualquiera. Una charla con este melómano artesano que hubiera matado por componer cualquiera de los discos de The Beatles, el “The Piper at the Gates of Dawn” de Pink Floyd me hubiera flipado componerlo, el primero de Led Zeppelin me alucina... en mi humilde opinión se ha ganado cada una de las letras que componen la palabra ARTISTA.

 

Texto David Torres.
Fotografía Alicia Aguilera
18-03-2014
Música, Entrevistas